Geometría

septiembre 29, 2010

Una de esas palabras que te llenan la boca. Más que pronunciar, se escupe. Geometría. ¿Y qué demonios mide la geometría? ¿Es que los griegos necesitaban medirlo todo? ¡Menudos todómetros! A ver si hoy os animáis más. Quiero leer comentarios de filólogos, filósofos, matemáticos, economistas, músicos, compañeros de clase y esos que echáis un vistazo sin avisar, llenando mi mente de curiosidad.

Aprobecho para recordar que el primer acertijo sigue sin respuesta. La pregunta de hoy: Si dibujamos en un papel un cuadrilátero y un triángulo, ¿cuántos lados tendrán que tener en común para hacer la menor cantidad de rayas posibles? (Los lados de uno pueden ser a la vez lados del otro, obviamente)

Por cierto, GEOMETRÍA: (Del lat. geometrĭa, y este del gr. γεωμετρία). 1. f. Estudio de las propiedades y de las medidas de las figuras en el plano o en el espacio.

Bon voyage!

¿Saben qué es lo que más me gusta de la ensalada? El olor que desprende el tomate al quitarle el rabito. Y, cuanto más verde es el tomate más profundo entra el aroma en mis fosas nasales. Pero esos son sólo mis gustos, habrá gente que opine que los tomates deben estar maduros y tener mucho tiempo de experiencia. Y también habrá, por supuesto, a quien los tomates no le gusten.

Ayer saqué el cello de su estuche justo después de levantarme de la cama. Tenía poco tiempo para ensayar. No suelo hacerlo así, pero cogí por primera vez una obra que iba a tocar en público el mismo día. En mi defensa diré que nos pidieron que tocáramos tres días antes de la fecha en la que debíamos tocar y había estado muy ocupada. Después de un rato estresante pero maravilloso; nos vestimos de negro, cogimos los instrumentos y empezamos a andar (mi hermana y yo). En la casa de cultura de Burlada ayer se celebró el V Congreso de poesía de Navarra.

Cuando llegué, mi madre me presentó a una mujer. Dos besos a alguien de quien ni siquiera había entendido el nombre. Ella parecía saber algo más de mí. Me preguntó a ver si quiero ser escritora, y si era para mí el libro que había firmado. En ese momento no sabía de la existencia de ese libro que, efectivamente, me firmó. Después entré en una sala. El taller de poesía en euskara iba a empezar. Un ambiente acogedor. Pronunciación de distintos sitios enriquecía la conversación. Poetas, filólogos, doctores, todos tenían algo que aportar. Y, llenando el aire con las palabras precisas y el silencio oportuno, poemas. Esa mujer a la que me presentaron al entrar, Tere Irasortza, estuvo enseñándome secretos sobre poesía durante hora y media. Ojalá pudiera asistir a clases tan interesantes todos los días. Fue un placer.

Una vez terminados los talleres, comimos en el Palacete del parque Uranga. Un montón de gente y conversaciones interesantes en castellano, euskara e, incluso, francés. Dani Aldaya, Tere Irastortza, Manuel Vilas, Austin Zamora, Marina Aoiz… había tanto de lo que aprender. Después del postre, el recital de la tarde lo abrimos nosotras. Esas dos piecitas barrocas que habíamos ensayado (por primera vez) a la mañana y (pese a las pocas ganas de mi hermana) el Agur jaunak dedicado a Joxemiel Bidador y Karmele Igartua. Me gusta tocar esa pieza. Es algo que, sin duda, nos conmueve mucho por esta zona. Tere me miraba mientras tocaba. Creo que conseguí conmover, aunque sea un poquito, a alguno de los oyentes (o escuchantes).

Después aprendí que la poesía puede ser sobre la sombra, el amor o la muerte. Pero también sobre ese trágico penalti que marcó el equipo contrario, o el McDonalds de debajo de casa. Poetas brillantes, palabras sonoras y silencios perfectos. Fue una tarde de esas que duran en la memoria de uno porque tienen un aroma especial.

C’est fini

septiembre 25, 2010

Pared que nos llamó la atención (en frente del museo Chopin)

C’est fini, acabose, amaitu da. Después de una semana agotadora, repleta de ensayos de orquesta y faltas justificadas a clase para ensayar, puedo decir que no volveré a tocar el primer concierto para piano y orquesta de Frederic Chopin. Ayer fue el último concierto organizado en este encuentro musical Torun-Pamplona. Creo que el pianista quedó satisfecho con el acompañamiento. Y nosotros, como no podía ser de otra manera después de la decepción de la primera vez, salimos sonrientes del escenario. Pero, creo que será mejor empezar por el principio. ¿No les parece?

El día 3 de septiembre, después de salir del aeropuerto de Varsovia, visitamos el museo Chopin en esa misma ciudad. Estábamos cansados y no dominamos el Polaco, así que no fue entusiasmo lo que mostramos. Una vez hubo terminado nuestra fructífera visita, nos montamos en el autobús que iba a llevarnos a Torun, a 200km de la ciudad. 200km… ¿Cuánto calcula que nos costó ir de una ciudad a otra? No, me temo que esa no era la respuesta que buscaba. Pasamos 4 horas y media en el autobús. Polonia, a pesar de ser un país casi llano, tiene autopistas de un único carril. Los vehículos se adelantan unos a otros por el carril al otro lado de la línea continua mientras, en dirección opuesta, más vehículos se acercan a ellos. Era aterrador ver cómo, en los temerarios adelantamientos, se acercaban las luces del coche de enfrente. Cada vez estaban más cerca de nosotros, y parecía que iban a acercarse hasta el punto de no ver más luces hasta llegar al paraíso celestial. Pero no tuvimos la suerte de visitar tal paraíso. Tras kilómetros de tensión, llegamos a un «hostel» pequeño y poco acogedor, que sería nuestra casa por una semana.

Fachada del museo

El primer día por la mañana nos dedicamos a hacer turismo por la ciudad. Nos contaron la leyenda de un violinista que salvó la ciudad de una plaga de ranas (sí, fue en Torun, no en Hámelin). Vimos una torre torcida que judga a la gente. ¿Que cómo lo hace? Se trata de poner los tobillos pegados a la pared y, con la espalda rozando la torre, mantenerse de pie. Si te caes, no estás libre de pecado. El único problema es mezclar física con pecados, pero vaya. Luego visitamos la casa en la que nació Copérnico. Nació o, como sucede en estos casos, presuntamente nació. ¿Dice que ese nombre le es familiar? Probablemente porque fue un famoso astrónomo. Aquel día, mientras la visita, descubrí qué hace un astrónomo. Galletas llamadas piernik. Entramos a la casa y nos dijeron: «Aquí nació Copérnico. Bueno, ¿Queréis hacer galletas?» Sí, en la planta baja se hacen galletas típicas de la zona. Y de astros ni rastro, ni siquiera las galletas tenían forma de estrella. A la tarde hubo ensayo. Un largo, pesado, eterno ensayo. Y, para acabar bien el día, estuvimos bailando la Macarena y la Bamba (en los bares polacos no tienen mucha variedad de música en castellano).

El segundo día lo pasamos en Szafarnia, pueblecito en el que nació Chopin. Tocamos en la fiesta de la cosecha. ¿Definición? Habitantes de casas con jardín y huerta desperdigadas a lo largo de una carretera que deja mucho que desear, vestidos de domingo y dispuestos a estar sentados durante 6 horas seguidas. Había un tractor en el que dar una vuelta, un hinchable, algodón de azúcar, payasos que hacían malabares, grupo de bailes regionales, cantantes de country y unos jóvenes músicos que recibieron menos aplausos que nunca. Aquel día comimos sopa de salchichas, chucrut (una especie de berza fermentada con vinagre) y carne. Cenamos alrededor de una hoguera, haciendo la carne clavada en un palo en la fogata. Entre otras cosas, había salchichas.

El día 5 pasó bajo la lluvia. Comimos sopa de verduras y carne con patata cocida en un restaurante. Probamos lo más típico polaco: el frío. Tocamos en un escenario pequeño. Después del concierto fuimos a cenar al mismo restaurante en el que habíamos comido. Una vez que hubimos vaciado el contenido de los platos el director (que nos había visto cara de hambre) se levantó y dijo: «El autobús va a parar en el McDonalds.» Me temo que aquello no fue lo que nosotros entendemos por cena y cenamos por segunda vez en el restaurante de comida rápida. Como el siguiente iba a ser nuestro día libre, decidimos que había que irse de fiesta. A las 3:30 estábamos alumnos y profesores en el bar Violet enfrente de la estatua de Copérnico, algunos con ganas de volver al hostel después de tanto bailar (salíamos a las 21:30-22). Nada más cruzar la puerta un profesor y un grupo de unos 7 alumnos, unos jóvenes se les echaron encima y le dieron un puñetazo al profesor. Volvieron a entrar y cerramos la puerta del bar con llave. Media hora más tarde alrededor de 45 personas salían del bar, alteradas y ya sin ganas de fiesta.

El día libre lo pasamos de compras y contemplando la ciudad.

Llegó el 8, día del concierto con el pianista. Por la mañana fuimos a ensayar. No nos salía nada. Los músicos se perdían y se enfadaban porque el director también lo hacía. Todos estábamos nerviosos y enfadados. Con nosotros mismos, con la organización, con el director, con Chopin, con que los días tengan 24 horas… Después de comer hicimos un ensayo bastante más enriquecedor. El concierto no fue ninguna cosa espectacular. Ni siquiera me atrevería a decir que salió «un poco decente». Pero el pianista estaba bastante contento.

El último día, también pasado por agua, estuvo lleno de contradicciones. Teníamos ganas de dejar de comer sopa y salchichas y beber agua sin gas ni limón. Pero no queríamos dejar atrás la libertad de estar lejos de casa. Tocamos a gusto. Pero la acústica era terrible en aquella especie de invernadero y con el ruido de las gotas de agua en el tejado de fondo. Hicimos la maleta entre risas pero sin ganas de meter esa semana de vida en una caja con destino a Madrid.

El día 10 estubo lleno de autobuses, aviones, aeropuertos y pesadas maletas. Hubo tiempo para leer, pintar, escribir, contemplar la parte de arriba de las nubes, despedidas y reencuentros.

No he aprendido mucho polaco, tengo que admitirlo. «Pivo, proche» significa cerveza, por favor, y do widchenia es adiós.

Gracias, Polonia.

Malkoak euri balira…

septiembre 24, 2010

Nahiz eta aldendu ez duzu lortu nire hitzetatik aldentzea. Edo, nahiz eta urrundu, lortu duzu nire hitzetan jarraitzea. Testuetan sakontzen ikasgaian idatzi behar izaten dugu. Nire testuetan gai, hartzaile edo presentzia behintzat izaten jarraitzen duzu, lehenago zure begiak edota zure isiltasuna izaten ziren moduan. Azkeneko lanak izenburuan jarri ditudan hitzekin hasi behar zuen. Lana helburua izan daiteke, edo aitzakia. Irakurri nahi duzu? Ez da zehazki errealitatea islatzen dudana. Post hitza baino dotoreagoa iruditu zait gutuna, zer egingo diogu ba?

Malkoak euri balira, zu teleberriaren ostean ager zintezke, euria noiz egingo duen iragarriz. Izan ere, badakizu begietako hodeiak urtzen zaizkidala zure hitzak topatu orduko. Urrun zauden honeta, zure hatsa sentitzeko era bakar bilakatu zaizkit jadanik ezagun zaidan kaligrafiaz idatzitako esaldiak. Etxeko atetik postontzirako bidea zirraragarri bilakatu dute zure gutunek. Gaumahaiko kajoian gordetzen ditut zure esaldiak, nire ametsetara salto egingo duzun itxaropenaz. Baina, zurekin ametsetan ez naiz esnatu arte hasten. Egunak argitu eta sobrean harrapatutako zure lurrina usaintzean hasten zara ene buruan dantzan.

Eta zuek, nola jarraituko zenukete esaldia? Malkoak euri balira…

Iruñean zehar

septiembre 22, 2010

Pasieran ari nintzen gaur Iruñean zehar. Ahizpa eta txeloarekin kontserbatoriotik gozokidendara dagoen bidea egiten ari nintzen, kurtsoan zehar hainbestetan egiten dudanez. Halako batean, zerbait aurkitu dut lurrean, noizbehinka txanponak aurkitzen diren legez. Txanpona beharrean, besarkada zen, baina, gaurkoa. Gustatzen zait hirian zehar pasieran ibiltzea. Batez ere iluntze aldera. Halakoetan ni eta paretak baino ez gaudela iruditzen zait. Ni eta paretak zerupean. Behin , gure arbasoen izerdiak eraiki zituen pareta horiek.

Gaur, paretek baino gehiago erakarri nauen zerbait ikusi dut. Lurretik 1,6m ingurura zegoen ile kizkur, luze eta marroia. Agian handik pasatu den askorentzat ez zen aparteko ezer. Niri, ordea, izugarrizko poza eman dit hori ikusi izanak. Solasean zebilen neska azkar gerturatu zait ikusi nauenean. Orduan aurkitu dut besarkada. Bai, badirudi poztu egin dela ni berriro ikusteaz. Zergatik? Auskalo, beharbada egongo da arrazoirik ni ikusitakoan pozteko, besarkatzeko. Kalean aurkitu dudan besarkada horrekin batera hitzen bat ere aurkitu dut. «Zure bloga jarraitzen dut.» Hitz zoragarriak iruditu zaizkit momentu horretan. Orain, are zoragarriago sentitzen ditut. Eta, jarraitzen nauenez, saiatuko naiz hitzen bat oparitzen. Zuretzat, izenik gabeko emakumea.

ASKATASUNA MINEZ

Esan didazu aspaldian

Askatasuna minez zaudela.

Kaiolan sartutako txoria

egoten den antzera.

Gogorra izaten da

maite denaz aldentzea.

Baina, kontuan izan ekaitza ostean

eguzkia beti agertzen dela.

Eta, nolako eguzki ederra

izanik ondoan zure irribarre epela.

Jakizu zu Askatasuna minez beste,

hura zeure minez dagoela.

Ezin delako ahaztu zure

xamurtasuna handik pasatu zela.

¿Nos enseñan a follar?

septiembre 20, 2010

Parece mentira la peculiar forma de empezar la semana que tienen algunos. Lunes por la mañana. Primera hora de clase. Entra una filósofa sonriente por la puerta. Entre otras preguntas tan transcendentales pero menos llamativas que la del título nos ha planteado esa. A más de uno le ha parecido que era hora de interrumpir el sueño del lunes por la mañana cuando ha oído el verbo «follar» de la voz de la profesora. Si nos paramos a pensar, puede que fuera una interesante reflexión sobre el tema que estábamos tratando. Fuera de contexto (que ha sido como le ha llegado a la mayoría del alumnado porque estaban haciendo caso omiso a las explicaciones) resulta algo… cómo decirlo… ¿extraño? Sí, ese verbo puede estar bien. Porque tampoco queremos parecernos a esas madres medio conservadoras que pasean de tienda en tienda y de cafetería en cafetería después de llevar a sus impecables niños al colegio «de nivel»; o a esos padres que tienen dos cosas en el cuerpo a parte de los bioelementos: cerveza y fútbol, fútbol y cerveza, y sólo hacen caso a las expectativas ajenas.

Y, a todo esto, imagino que se preguntarán qué diablos nos enseñan en el instituto para que la profesora plantee preguntas tales. (Si no quieren que sus hijos reciban este tipo de educación siempre está el tipo de colegio «Los condones sólo deben usarse en el infierno y hay que ayudar a los pobres gays a curarse».) Bueno, la filósofa, esa que entra a clase todos los días con ganas de pasárselo bien y a la que ya llamo por su nombre abreviado, nos estaba explicando que hay distintos tipos de conocimiento: el que se adquiere por el hábito, el que nos enseñan, intuitivo… Y, si no explicaba eso, no he entendido nada en la clase de Filosofía de hoy. Lo que sé es que no he estado mirando por la ventana. Y, teniendo en cuenta lo que pasa habitualmente, la clase tendría algún tipo de interés. Porque, ¿saben qué he descubierto? (en clase de química, pero esto no se cuenta, shhh) Esa chapa que pusieron al lado del árbol plantado en homenaje a una limpiadora del instituto parece dorada y brilla más que de costumbre los días nublados. Puede que quiera recordarnos que ella siempre sonreía, por nublado que estuviera el día, o tal vez no… Me gusta inventar historias (en clase sólo si lo que dice el/la profesor(a) carece completamente de interés).

Puede que mi vida no les interese, pero como puedo escribir lo que me apetezca… Hoy he tenido las primeras clases de música en el conservatorio. A la profesora de Historia de la música le apasiona su asignatura. Se agradece por parte de los alumnos toparse, de vez en cuando, con profesores así. Intentaré aprender y disfrutar en esa asignatura lo que ni aprendí ni disfruté el año pasado en Historia. Y luego, la primera clase de cello. Sé que el tema puede ser interesante, y quiero hablar de eso. Pero no sé cómo hacerlo. No tengo un gran talento, y desafino notas como cualquier otro humano. Pero esos segundos en los que oigo lo que quiero que suene, el sentir la suavidad de la madera lijada, las vibraciones de las cuerdas en los dedos, pasar el arco y que el sonido inunde la habitación… es maravilloso. He salido de clase alegre. Me sentía bien. No sé cómo se siente la gente después de confesarse, pero me imagino que tiene que ser algo parecido. Estaba vacía de preocupaciones, me sentía ligera, estaba volando entre nubes. Y, a la vez, me sentía llena. De satisfacción, de música. Llena porque no necesitaba nada más.

Y, ya que los problemas no parecen tener mucho éxito, ¿qué opinan ustedes? ¿Nos enseñan a follar?¿Para eso necesitamos libro de texto? La próxima vez que lo vea se lo preguntaré a Aristóteles. Debía de saber del tema, era filósofo.

Beldurra hautsi bitartean

septiembre 18, 2010

Goizeko seietan iratzargailua oihuka hasten bada ere ametsetan jarraitzen du buruak. Hori gertatu zitzaidan niri Polonian esnatu nintzen azken egunean. Ea autobusean eta hegazkinean sortutako ipuinak tarte goxo bat pasatzeko aukera ematen dizuen behintzat.

Lurrean zehar sakabanatutako mila zati txiki dira orain Maitek duela segundu batzuk eskuan zuen edalontzia. Urduri dabil Maite azken boladan, Iratik jaunartzea egin nahi zuela esan zionetik. Ikastolara bere bila joan zen ostegun hartan, ostegunero egiten duen moduan. Galdera ikurra antzematen zitzaion begi ninietan ikastolatik irten berria zen sei urteko neskari, normalean haurrei gertatzen zaienez. Baina Maitek ez zuen halako galdera potolorik espero Iratik «Amatxo, egin dezaket jaunartzea?» esan zionean. Berak ezezko biribila emango lioke galdera horri, baina alabari aurpegian antzeman zion irrika zela-eta isilik geratu, besterik ezin izan zuen egin. Zer esan ez zekiela geratu zen arratsalde hartatik gauez asko kostatzen zaio Maiteri loak hartzea. Hiru edalontzik egin diote irrist hatz artean azken egunotan gainera.

Bere beldurraren zergatia ez da alabaren nahia, baizik eta nahi hori ezabatzeko ahaleginei alabak emandako erantzunak. Printsesek erabiltzen dituztenen antzeko soinekorik eramango ez duela esan zionean Iratik janzkerak garrantzirik ez duela eta horretan dirurik xahutzen utziko ez diola erantzun zion. Igandero mezatara joan beharko duela esan zion hartan, amonari elizarako bidean bere bila igarotzeko eskatuko diola bota zuen Iratik. Maitek badaki bere amak pozik eramango lukeela biloba mezatara, beraz, hori ere ez da eragozpena. Halako hamaika ahaleginen ondoren agian alabaren iritzia aldatzen saiatu baino berea aldatzen saiatu behar zuela otu zitzaion Maiteri. Horregatik galdetu zion Iratiri ea zergatik egin nahi duen jaunartzea.

Lokartu ezin zen gau horietako batean erabaki zuen Maitek jaunartzea egin nahi izatearen zergatia galdetuko ziola Iratiri, ohean alde batera eta bestera zebilen bitartean. Biharamun goizean egin dio galdera, alaba kakaodun esne katilukada baten aurrean zegoela. Betileek zuten pisu handia bat-batean desagertu dela somatu du Maitek erantzuna entzundakoan. «Jainkoari adierazi nahi diot berak sortutako munduan bizi nahi dudala, besteak lagunduz eta errespetatuz.» izan da erantzuna.

Ez, esaldi horren ostean Maitek ezin dio alabari ezezkorik eman. Garbitzera zihoan edalontzia ere erori egin zaio. Oraintxe txiki ikusten ditu Iratik jaunartzea ez egiteko zituen argudioak. Galdera hark sortu dion beldurra edalontzia bezala geratu da, mila zati txikitan hautsita.

Gaur ere osteguna da, Maiteren egun librea. Irati eskolara lagundu ondoren kafesnea hartzen ari zela erabaki du ahal duen guztietan lagunduko duela alaba katekesira. Jadanik ez du zalantzarik ez beldurrik. Gustora joango da urte beteren buruan alabaren jaunartzera. Hala ere, arratsaldean Iratiren bila ikastolara joatean, jaunartzea egin ahalko duela esateaz gain berak mezatara joateko asmorik ez duela esan beharko dio. Maiteri ez zioten jaunartzea egin nahi zuenentz galdetu, berak Iratiri galdetu ez dion bezala. Baina Maitek egin behar izan zuen.

Arratsaldez, ikastolarako bidean, pozik doa Maite. Badaki erabaki ona hartu duela alabari jaunartzea egiten utziz. Badaki Irati pertsona handia izango dela. Ez kristau izateagatik, baizik eta besteak lagundu nahi dituelako. Gaur haurrak baino gehiago poztu du ikastolako txirrinak Maite.

Hoy, entrada cortita. De paso, les recuerdo que hay un problema y un acertijo esperando solución. El problema parece no ser para los de letras letras. ¡Con el acertijo no tienen excusa! He metido la pataza en el primer examen de matemáticas del curso. (Por favor, no se lo cuente a mi profesor de matemáticas del año pasado o tendré problemas no sólo matemáticos.) Me gustaría saber cuántos de ustedes recuerdan, aun, eso que yo he tardado en olvidar unas pocas semanas. Va, dos preguntillas (para los de letras aficionados a todo y para los de ciencias aficionados a todo). También se puede decir «no he sabido hacerlo». De hecho, ¡He sido la primera en no saber hacerlo!

  • X x (2X + 7) x (XxX+4) = 0 ( x es el símbolo de multiplicar y X la incógnita)
  • ¿Quién era Vicente Aleixandre? (esa duda nos surgió en clase de «Ciencias del mundo contemporáneo», para que luego digáis «los de ciencias, los de ciencias». Claro que no supimos responder.)

Ala, ahora toca dejar un comentario, que tampoco se puede estar siempre leyendo. (Vale quejarse de que la bloger es una plasta, pero también vale ignorar comentarios de ese tipo.)

Eskolara lehenengoz

septiembre 14, 2010

Gogoan duzu semea, edo alaba, edo iloba, edo biloba, edo haur hura eskolara eraman zenuen egun hura? Bere lehenengo eguna zen. Gogoz hartzen zintuen eskutik eskola atarian zeundetela. Esku haren berotasuna eta ezezagunaren hotza aukeran, zurekin geratu nahi zuela argi zeukan. Orduan bultzatu egin zenuen barrura. «Oso ongi pasatuko duzu» esn zenion, zuk zeuk berak baino malko litro gehiago isuri nahi zenuela pentsatuaz batera. Horrelaxe sentitu naiz ni gaur. Ez, ez nintzen esku sendoa. Haur beldurtua nintzen ni, neure lehenengo egunean, ezezagunaren atea noiz zeharkatuko.

Lehenengo bi orduak: Mundu garaikiderako zientzia eta Biologia. Irakasle berarekin. Bi ordu amaigabe nuen aurretik. Gainera, irakaslea atsegina ez bazen akabo. Egia esan, Biologia ez zait gustatzen. Oraingoz bederen ez. Baina beti izaten dut itxaropen izpiren bat, gauzek hobera egingo dutela sinestuta bizi naiz. Irakaslea sartu da. Ile iluna eta arropa beltza burutik oinetara. Oinetara diot galtzerdi beltzak zeramatzalako (marka ere esan ahalko nuke baina ez du garrantzirik). Zapata berdeak zituen galtzerdi beltzen gainean jarrita. Harrigarria da gaur ikasi dudana. «Leire, horri begira emango al dun bi ordu?» esan diot neure buruari. Bai, hori izan da lehenengo orduan nire arreta erakarri duena. Bigarrena sakonagoa izan da. Irakaslea aditzeaz batera kritika egiten nuen neure kolkorako. Ni baino irakasle hobea da. Udan egin nitzakeen hamaika gauza egingo duela esan du. Berak bai, izugarri maite du Biologia. Begiek distira egiten ziotelako dakit. Aurten aukera hori aprobetxatuko dut. Bai, bera irakasle izatearen aukera.

Inglesa izan dugu bostgarren orduan. Aurten ez zait emakume serio bat klasean sartu eta ez dit harrapaladan eta inglesez esan neure burua aurkezteko. Egia, aurreko ikasturteko lehenengo egunean ezer gutxi ulertu nion inglesa irakasleari, inglesez hitz egiten zidan eta. Zer, hori dela egin behar duena? Noski, baina aurretik inoiz ez zidaten hori egin. Aurten ere inglesa ikastea helburu nagusietakoa dut. Ea moldatzen naizen. Behin irribarre egin zidan aurpegi serio hori faltan botako dut aurten. Thank you, teacher.

Azkeneko saioan Testuetan sakontzen klasea izan dugu. Zer zen jakin gabe aukeratu nuen ikasgaia. Hala ere, gaurko ordua eta gero aukera txarra ezin da izan. Nire hilarrian zer jarriko nukeen (lurperatzerik nahi ez dudalako, ez hilko ez naizelako) erabaki nahian nabil orain. Gainera, etxerako lana bidali dit. Neuri bakarrik. Txirrinak hots egin ostean «Leire Alonso, zuretzat badut lana» esan du. Beste guztiak jadanik bazeuden ate inguruan. To, hiretzat lana, eta izorra hadi. Beraz, banoa etxerako lanak egitera. Ongi izan!

Sobrevolando Europa (3/9/2010)

septiembre 11, 2010

 Estoy en el avión, ese que tanto me aterraba cuando Márgaret hablaba de él. A mi derecha, Jorge duerme. A mi izquierda, lo hace un señor del que no sé nada. Voy a recorrer kilómetros a diez escasos centímetros de él. Y, cuando el avión haya aterrizado, no volveré a verlo. Me gustaría tener un ordenador conmigo. Resulta incómodo escribir a mano en estos pocos centímetros que hay entre un reposabrazos y el otro.

Muchos aprovechan para leer. Nadie más escribe. Yo también me he traído un libro conmigo. Pero ahora no estoy en condiciones de hacer el esfuerzo necesario para entender a mi amiga Rita. Tal vez a la noche, o mañana.

El despegue ha sido emocionante. Al principio, el avión corría por la pista. De repente, el paisaje del otro lado de la ventanilla se ha inclinado. Estábamos en el aire.

El baile inicial de las azafatas ha sido curioso. El mismo baile en un idioma y en otro, a la ida y a la vuelta, en el avión de la mañana y en el de la tarde. No, no me gustaría tener que sonreír mientras repito esos ridículos gestos y sé que la gente puede ver la marca de mi ropa interior que habita dentro de un humillante uniforme.

La azafata ha pasado con juegos para niños. Un avión de papel, unas pegatinas, un pequeño juego de marionetas… quién sabe. Me hubiera gustado decirle: «Perdone, ¿me podría dar uno?» Pero el poder sentirme ridícula no me ha dejado abrir la b0oca.

Al otro lado de la ventanilla (de la que me gustaría estar más cerca) se extiende todo y no hay nada. Acaba de pasar volando aquel sueño de aquella niña que es ya anciana, y ese poema de Argensola me ha chillado desde el cielo «no existo». 

11/9: Tengo que informaros de que el aterrizaje fue un espectáculo. Mientras el avión pasaba de estar horizontal a estar vertical el viajero de mi izquierda seguía dormido. Casi no notamos el suelo. Todos aplaudimos al hábil piloto.

El avión de la vuelta lo cogí con ganas de volar aunque sin ganas de volver. Una azafata nos dio, aunque al principio parecía que no iba a hacerlo, un papel y unas pinturas. Hicimos un dibujo entre todos. Observar el paisaje, terminar el cuento que había empezado aquella mañana, finalizar la lectura del libro que tenía entre manos y… el avión paró (esta vez al segundo bote). Iré escribiendo sobre el viaje.